Ficha Técnica:
Director: Sherald Fergus Brownrigg
Género: Terror
Duración: 90 min
Año de estreno: 1973
Sinopsis:
Charlotte asiste por primera vez a su nuevo trabajo como enfermera en el asilo para dementes del Doctor Stephen, una institución mental donde se motiva que los pacientes vivan en sus realidades como forma de terapia. Al ser recibida por la Doctora Geraldine, Charlotte se percata que hay algo extraño en el ambiente y que quizá su vida corre peligro.
Opinión:
Continuando la eterna tradición de reseñar películas de terror ignoradas por el mundo, esta vez les presento “Dont Look in the Basement”, una película independiente de los setenta que originalmente fue titulada «The Forgotten» y distribuida como «Death Ward 13″.
Dont Look in the Basement es resultado del auge de terror violento generado por la pelicula «Last House on the Left» de Wes Craven, que muchos afirman es la precursora del Slasher en el cine de terror pues fue la primera en utilizar los elementos de violencia y sexo que tanto caracterizan al subgénero y por provocar un escándalo mediático por el contenido gráfico generalmente restringido para la época.
Después de tanta negativa, como que entran ganas de ver en el sótano.
Varias son las portadas de Dont Look in the Basement que hacen referencia directa a la cinta de Craven y hasta alude provenir de los mismos creadores, lo que es meramente un gancho publicitario ya que lo único que tienen en común ambas películas es que fueron distribuidas por la compañía Hallmark Releasing Corp, distribuidora que tomo este apogeo de cinematografía gore para crear su línea de películas que incursionaran en el cine de explotación, que como ya saben gira en torno a la violencia desmedida, el sexo sin protección y negar a cristo en forma creativa (Como los judíos).
Se darán cuenta lectores que cuando una película está muy mala me extiendo innecesariamente en aportar información extra que rodea a la película en lugar de hablar de la película en sí, y creo que los anteriores 2 párrafos prueban que este caso forma parte del mismo fenómeno de escritura cantinflera (Digo si continuo por esta ruta terminare dando efemérides en cada reseña).
Dont Look in the Basement es, en todo su espectro, una historia cliché de asilos para dementes. ¿Cómo es eso? Sencillísimo hombre ¿Cuál es el único giro de tuerca que puede darse en un lugar así? Hay dos opciones: el personaje recién llegado al asilo es un loco que ignora su situación, o un doctor es un loco disfrazado y el recién llegado lo pasa por alto hasta que le sueltan un hachazo en la ingle porque viva la poca cautela y el suicidio de la novedad.
Dont look in the Basement cae de panza en la segunda opción; un loco ha subido a cargo del asilo de dementes y le toma a la protagonista rubia casi un mes darse cuenta del asunto. En su defensa se trata de Rosie Holotik, la miss Playboy de Abril de 1972… y es todo el sustento que puedo dar en su defensa… la abogacía de películas rancias es un caso perdido, quizá solo deba dedicarme a dar números de lotería en las reseñas porque ya ni opción tiene uno para ponerse creativo.
Sin ir muy lejos, No Mires en el Sótano es una película que tiene más portadas que puntos positivos. Pero como seria irrespetuoso terminar la reseña en este renglón, les contare de qué trata:
Comienza en el Sanitario de Stephen, donde el Doctor Stephen tiene la grandiosa idea de darle un hacha a un paciente que se caracteriza por tener accesos violentos e incontrolables. De más está añadir que debido al grandioso método de Stephen el doctor obtiene un hachazo en la cabeza en lugar del reconocimiento de la comunidad psicoterapéutica. También asesinan a una enfermera que estaba a exactamente 2 minutos de jubilarse, pues es necesario que esto ocurra para que el protagonismo pase a Miss Playboy.
Llega la enfermera Charlotte, completamente ignorante de lo ocurrido a suplir a la enfermera caída, pero en lugar de Stephens le recibe la Doctora Geraldine, quien afirma que es importante continuar los métodos establecidos por el Doctor Stephen en donde los pacientes del asilo tienen la libertad de vagar por este sin restricciones hasta que encuentren fuerza de voluntad para salir de su locura. Y justo en ese momento supe que Geraldine era una loca disfrazada de doctora.
Oiga ¿A quien se le ocurre continuar con ese método después de que el propio creador del método recibiera un bacanazo en la nuca? Y así es como descubrí que los restos de Stephens están en el sótano, digo no por nada la película lleva este título.
¿Saben que sería original? Que realmente nadie en esta película buscara en el sótano, es más que ni siquiera lo mencionaran. Que realmente el sótano fuera alguna alegoría para ehh… la burguesía o alguna otra marginalidad social pobremente representada. Seria irónicamente cómico, no del tipo de comedia magistral que gana hachas en la nuca pero daría material de qué hablarles. Retiro lo dicho, quizá sea exactamente el tipo de comedia que consigue hachas en la nuca.
EN FINN… nos presentan al carismático elenco de loquitos; Jennifer “la loca del cuchillo”, Sam “el hombre niño loco”, Allyson “la ninfómana”, Danny “el loco bromista”, Harriet “la loca de las muñecas”, Oliver “el juez loco del hacha”, el Sargento Jaffee “el loco del ejército” y la señora Callingham “la anciana loca”. Juntos son Los LOCO Rangers Ellos habitan el asilo en cuasi harmonía hasta que alguien le quita la muñeca a Harriet, le da un cuchillo a Jennifer o un hacha a Oliver, cosa que como se podrán imaginar ocurre todo en el primer día de Charlotte. Tal vez fui muy apresurado afirmar que existe algo similar a la harmonía en este asilo de dementes.
Al día siguiente de la llegada de Charlotte la señora Callingham despierta sin lengua y en lugar de llevarla a un hospital la doctora Geraldine decide que es mejor dejarla ahí a que se cure como perro viejo con el tiempo. Ni siquiera le dan una coca cola a la pobre doña para que se le baje el susto y el sabor a sangre. Cualquier persona en sus cabales optaría por la puerta de salida justo en ese momento, pero Charlotte es un biscocho carente de malicia que es incapaz de percibir el peligro en el que se encuentra (quizá tanta ropa le aprieta el cerebro).
Al poco tiempo llega Larry el tipo del cable a reparar la línea telefónica y demandar al asilo por la clara violación hacia los derechos humanos por carecer de cable en una institución mental, pero Allyson ninfomanía lo seduce para que cambie de parecer y de paso les de HBO gratis.
Sobra decir que jamás volvieron a saber de Larry. Pero hey, pechos gratis.
De ahí en adelante las escenas constan de diversas interacciones entre Charlotte y los loquitos, donde estos se desarrollan un poco más como personajes excéntricos disfuncionales. Por ejemplo Sam actúa como un niño que busca la aprobación de una figura paterna y al que le encanta ser recompensado con paletas de hielo, Oliver realmente era un juez y se presenta con su nombre y apellidos cuando algo en su engranaje mental se atora, haciéndolo lucir perdido en su mundo de justicia.
Digo su mirada claramente es la de un hombre que ha visto más allá del sótano.
La broma del sótano se arruina cuando Sam observa que hay en él. Podría darles 2 renglones con una descripción aburrida o ponerles esto y dejar que su imaginación vuele.
Por lo menos tiene una paleta…
No me mires así Sam, el título de esta película jamás alude a que veas en el sótano, es más es completamente LO OPUESTO a que observes en el sótano, así que es cosa tuya que hayas visto en el sótano. Lo cual hiciste. Felicidades, te descalificaste. Comete tu maldita paleta asno bribón.
Realmente me estoy saltando partes, pero en resumen la conclusión a lo obvio, la doctora es un loco blablaba Charlotte debe escapar wawawah, es lo más extraordinario de la cinta una masacre orquestada por Sam después de que todos los loquitos optaran por navajear a la doctora falsa por contratar el paquete básico de Cablevisión en lugar del Premium Deluxo con 30 canales extra de ID Discovery.
Para esto ya le cae la gracia divina a Charlotte y escapa de la loquería usando el sótano, en camino a una nueva vida, después de matar accidentalmente al doctor Stephen de un golpe, quien de seguro tenia mes y medio ahí abajo subsistiendo con trozos de su propio cerebro. La doctora falsa solo lo aventó ahí y pensó que nadie notaria el mal olor. Un mal plan pero sigue teniendo más coherencia que la terapia del doctor Stephen.
Le doy crédito por esta masacre final, fue divertido ver como el plan de la doctora falsa fracasaba horriblemente y tornaba de mal en peor para su salud, pero el hecho que después de esa carnicería llegue OTRA carnicería protagonizada por el que hasta el momento se veía como el más tranquilo de todos los reclusos si me hizo decir woa esto tiene valor considerando el cliché narrativo con el que se introdujo.
El 90% del tiempo batalle para entender los diálogos entre personajes, pero quizá debido a la simpleza del guion este detalle probo ser irrelevante para comprender la historia. Desde siempre he dicho que una película que puede entenderse sin diálogos posee algo de mérito, pero también está en el escenario donde una historia es tan simple que los diálogos solo son innecesarios para comprenderla. Ya sabrán a que opción se inclina más No Mires en el Sótano (LA SEGUNDA CON UN DEMONIO SIEMPRE ES LA SEGUNDA OPCION).
Se debe tomar en cuenta que es una película independiente, por lo que la exigencia en si debe ser baja baja… casi tanto como [Chiste sobre sótano expugnado por el comité de control humorístico de Seattle]. La imagen tiene su espectro granulado setentero, al igual que la opacidad de colores. La sangresilla luce bien, y las pocas estancias de gore son dignas. Pero definitivamente recomendaría que invirtieran su tiempo en mejores películas. Porque aun cuando se juegue la carta de ser una película que ayudo a consolidar el gore dentro del terror, de seguro hay mejores ejemplos, incluso de la misma distribuidora.
Le doy un 5 de 10, meramente porque el final de doble masacre fue divertido y debería ser incluido en muchas más películas navideñas. He dicho.
Links de Interés:
(Tráiler de la Película)
(Ver Película en Línea)
PD: Música con la que se escribió la reseña:
por André